top of page

AGRADECER: VERDADERO, BUENO Y BELLO

Lic. Carlos Avalos


Escuchaba hace unos días una canción de Carrasco: “Me dijeron de pequeño”, y allí resonaba esto de “me dijeron de pequeño: ¿Dónde vas? Que tú no puedes”. Me hizo pensar en las posibilidades que vamos encontrando a cada paso y lo importante de cuidar nuestros pensamientos, de salir de aquellos que son limitantes a partir de las acciones positivas.

En aquello del silencio del árbol que crece, en el milagro de la vida en todas sus manifestaciones, en lo que ilumina una sonrisa en un corazón en penumbras. En lo que realmente importa y lo de descarte. En lo esencial de “buscar la verdad”

En lo que crece cuando se comparte transformándose en celebración.

En la suspensión del juicio y en dejar que sea el corazón el que nos transite a universos de conocimiento de uno mismo, de empatía, de conversaciones que nos dejan preguntas y de abrazos que acorten distancias y venzan los miedos… En lo esencial de “hacer el bien”

Pensaba en todo lo que puede estar escrito en una canción, en una pintura, en cualquier manifestación estética. En lo esencial que es aprender a “contemplar la belleza”. De eso que saben los niños y los ancianos, que se vuelve ansia en la adolescencia y juventud. Ese anhelo de ser más feliz cada día en la adultez…

Por eso me hacía sentido esto de buscar la verdad, practicar el bien y contemplar la belleza, porque es en esa triple originalidad del mismo ser donde somos profundamente humanos, buscadores de horizontes, experimentando la trascendencia de lo de todos los días en su más profunda dimensión. Y en esa paradoja maravillosa de sólo poseer aquello que damos, donde nos olvidamos de los encantos sugestivos del ego y comenzamos a desandar los caminos de la alteridad, del otro como posibilidad de encuentro y de transformación.

Volviendo a aquella canción que todavía suena en mí, dice “No es ninguna bandera es una canción de cuna que aprendí de labios de mi madre…”, en tiempos de pandemias de soledades vacías, de vínculos interesados, de ausencias de rostros en el corazón… Te invito y me invito a seguir recuperando este ADN de la esperanza: Verdad, Bien y Belleza, tomando conciencia que ese niño/a, muchas veces herido/a, que llevamos interiormente toda la vida, puede sanar, cambiar la mirada sobre uno mismo y como consecuencia hacia los demás…

El tiempo es hoy, para abrir las puertas, sacudir las ventanas del alma, y con la conciencia de poseer sólo el instante del momento presente, abrir las manos hacia el cielo para simplemente agradecer.


ree

Comentarios


QR Fortis.jpeg

Llámanos

T: 3562407147

F: 3515570756

© 2019 sitio creado por Pablo Cabral

© 2021 sitio editado por Alex Chimal

bottom of page